Eran las 9 de la mañana, hora de desayunar. Estábamos en la uni y lo único que hacemos antes de empezar las prácticas, es sentarnos en la cafetería a tomarnos un cruasancito y el cafelito de la mañana. Era viernes y el tema del que le tocaba hablar a mi amiga era de como hay hombres a los que parece que regalándole una muñeca pivón hinchable, serían los hombres más felices del mundo. Y es que mi amiga entiende. Tiene experiencia y yo eso siempre lo he dicho. Ya roza casi casi los 30 y sus 4 años de casada le han dado todo lo que una mujer necesita para saber qué hace y como se comporta un hombre en plenas facultades. Parece que a la única conclusión a la que llegamos, nosotras las sinexperiencia y ella, es que el pimpampimpam que un hombre quiere, hay revivirlo con disfraces de enfermera, secretaria o la mujer del látigo.
Aunque ella considere que si, no hay que generalizar. Nunca hay que generalizar. Nunca. Eso hasta las sinexperiencia lo saben.
Eso es un desayuno productivo.
Donde se puede ir para desayunar una conversacion asi? Yo me apuntaria...
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