martes, 7 de julio de 2015
Cuchulibreria.
Y así es como descubres que tu auxiliar se lee chiquicientosmil libros al año. Y les haces un dibus :)
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Interneteando.
lunes, 6 de julio de 2015
Y ahora para qué.
Bueno, contesté.
Ha sido uno de esos momentos en que un pequeño clavito ha ido entrando poco a poco entre los resquicios de una cicatriz aparentemente cerrada. Una vez más. Tras un año. Soy así. Y cuando sabes que hubieras metido tu mano en el fuego por una amistad que sin ninguna explicación te ha abandonado, duele. Pero es que, a veces, a las decepciones, hay que darles una oportunidad.
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¿Y si reflexionamos?,
Hay que joderse,
Melancolía.
domingo, 5 de julio de 2015
Cambio radical.
Cuando ya ha pasado un mes desde tu cambio radical, todo se ve con mejores ojos. Las cosas se van poniendo en su lugar y los sentimientos de nervios y estrés se van apaciguando. Soy odontóloga y de eso no hay duda. Puedo. Todo es cuestión de seguir aprendiendo. Y tener a gente a tu alrededor que te ayude a ello, es todo un lujo que no todo el mundo tiene al alcance. Eso y tener a un jefe y un equipo que te valora y que te transmite confianza, no tiene precio.
Marta siempre dice que soy ese tipo de personas valientes y emprendedoras que por regla general se lanzan a donde sea pero que de vez en cuando necesitan que les digan que lo están haciendo bien. Que te digan que te apoyan. Que confían en ti. Y que están orgullosos de tus progresos. Ahora mismo, podría decir que se ha abierto un nuevo libro. Con portada conocida pero sin final aparente. Un libro cargado de de nuevos objetivos y metas, de superación máxima.
Ahora es el momento de exigirme un poco más. Es el momento de seguir dando lo mejor de mi a cada uno de los pacientes que entran por la puerta de mi consulta.
Y por todo lo demás... estupendo. Tras varios años, ha sido el momento de cambiar de casa y aprender a compartirla. Sí, mi ocupación ha sido máxima; quedándome con dos habitaciones y dos baños, pero cada vez voy encontrando más mi lugar en cada rincón de este hogar. Parece que se me había olvidado eso de compartir la cena tras el trabajo, ver una película los domingos por la tarde, abrazar a alguien a medio metro de tu cama o tener las típicas discusiones de quién se ha dejado el champú abierto en la ducha. Pero es que sabéis qué? Me encanta.
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