Life

Life....

Vida...

Bonita palabra para muchos, horrible palabra para otros....

Se dice que la vida le da a cada cual aquello que se merece, aquello que se gana por sus propios hechos; brutal ¿no?
La vida es para algunos, para los más pesimistas, aquel periodo de tiempo que pasa desde que nacemos hasta que morimos, periodo de tiempo en el que lo único que hay son injurias, dolor y sufrimiento. Para todos aquellos ajenos a este pensamiento, la vida es... ¿bella?, ¿bonita?, ¿un regalo?.... Quizá.

La vida es, únicamente, aquello que nosotros queramos que sea.
Nuestros ojos dirán como ha de ser, nuestra mirada escribirá la forma de observarla.
No hay una sola manera de vivir, cada uno se monta su propia manera de hacerlo, su propio circo, y luego la vida ya se encarga de ir fluyendo a su ritmo y tiempo.

¿Qué sería de la vida si todo fuese igual, si absolutamente todo lo que hemos hecho, estamos haciendo o vamos a hacer ya lo sabemos, lo hemos sabido o lo sabremos con anterioridad? ¿Aburrido no creen?

¿No es maravilloso tener una aventura todos los días, ir descubriéndose a uno mismo, ver cómo todo tiene algo de interesante y todos los sucesos que nos quedan por vivir?
Pongamos dos ejemplos claramente distintos:

Imagínense a un conductor de metro y a un surfista en el mar. El conductor sabe exactamente el camino que va a hacer, a dónde va y cómo es el camino. Por el contrario, un surfista siempre va siguiendo la ola. Pero no es solo dejarse llevar por la ola sino que también hay que querer surfear. Cada ola es diferente, cada ola tiene su riesgo y nunca es igual.
Así que decidme, que preferís, ser conductor de metro o un surfista? Si optáis por el conductor, la vida será fácil y siempre estará todo controlado pero aburrida. Para ser un surfista hay que estar dispuesto a correr cada riesgo, caer varias veces al agua o de hacerse alguna que otra herida pero siempre con ganas de enfrentarse a la ola que vendrá a continuación. Siempre habrá una próxima ola.

Ahora decidid.