-Oye ¿cuando comenzó a festejarse el día de San Valentín?
-Mire, el día de San Valentín fue incorporado al santoral en 1969. Recuerdo muy bien ese día.
-¿De veras?
-No, pero bien podría: en esa época usábamos ácido cítrico para drogarnos, hasta que leímos un informe de la universidad, en donde se afirmaba que las mandarinas y naranjas poseían niveles despreciables de psicotrópicos, por lo tanto las abandonamos. Por aquellos años comencé a interesarme por el mito del Día de los Enamorados, San Valentín, y también por Valentina DelPiazzo, una morocha infernal que vivía en...
-Bien, volvamos al tema: ¿podría decirnos porqué se festeja el día de San Valentín?
-Existen varias leyendas, y una de ellas involucra al clero: al parecer, en el año 270 d.c, el emperador romano Claudio, prohibió el matrimonio, argumentando que los recién casados se negaban a ir a la guerra. Allí surge la figura del obispo Valentín, quien comenzó a casar gente clandestinamente. Cuando fue descubierto, el buen obispo fue condenado a la decapitación.
-Interesante...
-Mientras Valentín esperaba en la cárcel el día de su muerte, se enamoró de una tal Julia; que era hija de uno de sus carceleros. Vea que curioso: la expresión “el amor es ciego”, proviene de aquella anécdota.
-¿Si? ¿Porqué?
-Porque Julia era ciega.
-La leyenda dice que Julia recuperó la vista gracias al amor de Valentín. Lamentablemente, el milagro del día de los enamorados no fue recíproco. El obispo Valentín fue ejecutado el 14 de febrero del 270, y en su tumba, Julia plantó un almendro; el cual, es considerado como un símbolo del amor y la fidelidad.
Te quiero igual que siempre, que todos los días, no por ser hoy te quiero más.
2 comentarios:
Pocas horas después de San Valentín, justo a la 1 y 10 de la madrugada, llegó al mundo a las 35 semanas de gestación, una linda niña. Tenía mucha prisa por salir, quería conocer mundo.Una niñez preciosa aunque con algún contratiempo que, una vez más y con todo su afán, superó. Hoy es una linda señorita en trámites de ser odontóloga que sigue con ganas de vivir, con muchas inquietudes y con ese punto rebelde que tanto la caracteriza. ¡Sigue vivendo!. Aunque nos enfademos muchas veces, estoy muy orgullosa de ti. ¡Feliz 21 cumpleaños!. Te quiero hija
Lee, mi amiga.
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