Y sin darte cuenta se ha ido, se ha esfumado, ha desaparecido, hoy se ha acabado del todo todito y sin quererlo ni beberlo parece que vuelve a empezar una cuenta atrás que poco a poco va pasando de interminable a terminable. Si queréis que diga la verdad, esta noche en mi cama va a faltar un calor natural que me ha acompañado las últimas semanas, y sí, lo reconozco, es chungo, pero chungo chungo eso de dormir sin su mano entrecruzada entre mis dedos.
Una verdadera chingada.
Pero y qué le voy a hacer, si una distancia me mata. Lo único que me queda es combatirla y lo he decidido. Hoy empieza mi recogida de ladrillos. Lo haré, voy a construir un puente por encima, a través o por debajo del atlántico. Aún me queda decidirlo. Mientras tanto, interesados en colaborar, ya sabéis a donde referiros.
Hasta aquí queda, 3 semanas.
La cereza del pastel se despide.
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