Trece años después, ni 12 ni 14. A pesar de sentir que tu segundo cumpleaños nunca debería haberse celebrado, no puedes evitar despertar un 29 de junio y sonreír. Pensar desde tu cama que hace ya algunos años, fuiste la mayor heroína jamas conocida.
La supernena, la del puenting sin cuerda, la fuerza de voluntad personificada; esa que vive y alardea de sus cicatrices cual heridas de guerra se trataran. Esa que un día sorprendió a muchos mientras tomaban el sol en la playa, mientras disfrutaban del principio de sus merecidas vacaciones o veraneaban con los abuelos a finales de ese junio caluroso.
La que cayó y decidió dar la lata durante muchos años mas. Exactamente....durante el resto de su vida.
Hoy, 13 años.
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