
De esas cosas que siempre han estado en tu lista de cosas por hacer. Esas cosas tan comunes y tan simples que a la vez las haces tan especiales por el simple hecho de ser lo que son. Esas cosas.
Pues para eso solo hace falta un picnic en la playa, una cometa y un día con viento rodeada de gente que quiera sonreír. Y ellos dos, eran perfectos para la ocasión.
Ahora, el sueño estaba cumplido.
Gracias.