viernes, 29 de junio de 2012

13.

Trece años después, ni 12 ni 14. A pesar de sentir que tu segundo cumpleaños nunca debería haberse celebrado, no puedes evitar despertar un 29 de junio y sonreír. Pensar desde tu cama que hace ya algunos años, fuiste la mayor heroína jamas conocida.

La supernena, la del puenting sin cuerda, la fuerza de voluntad personificada; esa que vive y alardea de sus cicatrices cual heridas de guerra se trataran. Esa que un día sorprendió a muchos mientras tomaban el sol en la playa, mientras disfrutaban del principio de sus merecidas vacaciones o veraneaban con los abuelos a finales de ese junio caluroso. 

La que cayó y decidió dar la lata durante muchos años mas. Exactamente....durante el resto de su vida. 


Hoy, 13 años. 

miércoles, 27 de junio de 2012

Voces.

Riiing.
El teléfono sonó. 
Riiing.
El telefono sonó de nuevo.
Riiiiiiiing.
Sonó por tercera vez. 
De un modo repentino se dio cuenta que estaban insistiendo reiteradamente pero no sabía si contestar. Al fin, descolgó. 
- ¿Hola?
- Hola. 

Una voz tranquila y sosegada estaba al otro lado del teléfono. Le sorprendió esa tonalidad en las palabras. No estaba acostumbrada pero le transmitía intención. Mucha intención. Y eso, le gustaba. Siempre había sido bastante escueto y conciso en las conversaciones telefónicas. El telefono no era de su agrado. Pero esta vez parecía que quería jugar. Alargaba las frases y las palabras las pronunciaba casi en susurro. Las voces se volvieron acordes. El volumen y la entonación eran los adecuados para empezar el juego.
Y suspiró, y sonó como un sutil gemido. Aquella voz, sin duda, estaba excitándola cual cuatro gotas de aceite resbalando espalda abajo acompañadas de dedos finos, largos y fuertes recorriendo cada centímetro, deslizándose por todas y cada una de las curvas existentes. 

Marta siempre dice que las voces son una de las cosas mas estimulantes, sugerentes y totalmente tentadoras que hay. Despiertan a la imaginación y a los sentidos. Y más, si no te lo esperas. Te sorprenden. 



lunes, 18 de junio de 2012

Standby.

Seh, sigo en standby. CERRADO POR EXÁMENES. A partir del miércoles 20, más.

miércoles, 6 de junio de 2012

La tierra, que tira.

De eso que ves a mi madre hablando por teléfono un día cualquiera con alguien que ni te suena el nombre, ni has visto nunca y ni siquiera has oído hablar. Te la presentan como la "amiguísima". Hablar de ese concepto con mi madre, nunca se sabe, mas que nada porque con esto de las nuevas tecnologías, todo el mundo parece ser amiguísimo. Y más cuando mi madre galardona una especie de comunidad de extremeños y relacionados vía Facebook. Miedo me da. 
Te hablan de la Juani, de la Maripuri, de la Pepi o del Wencesnosequé. Vamos, que parece que te esté hablando de conocidos de toda la vida. Y con un ímpetu descomunal. Y tan solo son personas con algo en común que forman parte de un grupo de Facebook con misma denominación. Todos ellos, extremeños. 

Ese acento con deje característico, esa espontaneidad y el despilfarro de conversaciones variadas, hace que parezcan incluso de la familia. 
Y ya me ves a mi, que sin quererlo ni beberlo, me encuentro acompañando a mi madre, esperando a alguien en sants que no conozco. Cocacolas, fantas, nestea y bacon con queso. Toma ya. Vamos, que solo nos faltaba el cochinillo y el vino de pitarra.

Mira que yo soy abierta y puedo llegar a relacionarme con cualquiera..., pero es que mi madre..., la Carmeli siempre ha sido de extremos. No, si ya lo dicen; a alguien tendré que parecerme, no?
Aquí, o es que yo soy muy rara, o es que los extremeños tienen algo que por Facebook se desinhibe completamente. Los desconocidos dejan de ser desconocidos y pasan de ser conocidos de feisbú a amiguísimos de toda la vida. 

Vamos, que la tierra, se ve que a todos nos tira. Pero a ellos, más.


Vuelve Marta, vuelve.

El día estaba nublado. Gris. Anubarrado, como triste. La neblina al horizonte anunciaba que el sol no iba a salir hoy. Mientras Marta iba sentada en el vagón número 3, miraba a traves del cristal con la mirada algo perdida, el horizonte, sin ver gran cosa mas que las calles pasar, una tras otra, bajo un paisaje ya bastante conocido. Se preguntó dónde podría encontrar hoy la sonrisa. 

Con tanto silencio, tanta debilidad y tan poco capaz como se sentía en ese momento, hoy parecía que no la iba a encontrar. Y eso, la abrumaba mas de lo normal. 
Le faltaba su acidez impetuosa, su graciosa impertinencia habitual, su espontaneidad característica y el positivismo que acostumbraba a acompañarle siempre. ¿Dónde habían ido?....y lo mas importante, cuándo volverían? Le daba rabia no poder decidir su estado. No poder sacar lo que verdaderamente llevaba dentro. Lo que le inhibía expresarse con sosiego y claridad. Rabia. Rabia absoluta. 

Hay veces en que Marta igual debería hacer más caso y no dudar tanto cuando le dicen que es guay, que hace cosas geniales y que desprende un buen rollo fantástico. 
Menos mal que el sol, siempre acaba saliendo.


martes, 5 de junio de 2012

El secreto de la mecánica del tiempo.

¿Sabíais que existen relojes que funcionan sin pila? Porque yo no. Ni yo, ni tres personas más a las que casualmente he preguntado. Sabía de los relojes solares, sí, pero nada de que un reloj de pulsera funcionara con tan solo las pulsaciones de tu muñeca. Pero claro...., qué pasa si llevas el reloj puesto y el pulso se te acelera? ¿Aumenta la velocidad? ¿Hace que el tiempo corra más deprisa? Obviamente, nada de eso sucede, pero sería gracioso. Todo funciona a través del movimiento.
O yo soy una inculta de los relojes, o es que solo unos cuantos entendidos en el tema conocen el verdadero secreto de la mecánica relojera. Y no hace falta ser suizo para eso. Mira tú por donde.

Aunque la falta de sonrisa siempre me frena bastante, todo es arrancar. Y con un vasito de agua, parece que todo entra mejor. Los buenos ratos acompañados de una siesta con un ojo abierto, me gustan. Disfruto de esos momentos con luz tenue a media tarde con tanta intensidad que parece que siempre es la última vez. Si alguien dijo que el mundo iba a terminar este año, pues que se termine. Que no quede.

21 rubíes. 21 puntos exactos de mecánica que necesitan de un material inalterable, irrompible, irrayable, que no se altera bajo calor, ni bajo frío. Punto de fusión, demasiado alto. Duro, muy duro. Curiosamente características que coinciden exactamente. Posiblemente sea casualidad. Los relojes automáticos, sorprendentemente, así funcionan. 

Señores, deleitémonos de las risas, de lo sublime y de lo no tanto. Del katymolongo, de la cocacolas con hielo y del tiempo entre colegas. 
El tiempo. Sí. Marta siempre dice que por muchos relojes que uno tenga, de pila, automáticos, solares o electrónicos, si no se posee un poquito del tiempo necesario para disfrutar, no sirve para nada.