viernes, 29 de enero de 2010

Chocolateboy14.

Es increíble la complicidad que puede haber entre dos personas que se ven de mucho en mucho.
Y es que es genial lo bien que me lo paso y lo a gusto que estoy cada vez que quedo con mi amigo Marc (sí, sí, el Blanco Reniu, el de que desde que soy consciente de mis recuerdos, ansiaba con Japón).
Hablamos de muchísimas cosas hasta el punto de ponernos algo melancólicos al recordar gentes, momentos, historias... Además, como por regla general acostumbramos a vernos una vez al año (muy a mi pesar), nos ponemos al día de nuestras vidas y nos explicamos qué hemos hecho y qué nos ha pasado desde la última vez que nos encontramos.

Mientras comemos un buen plato de paella con una botella de agua (porque sí, ambos pedimos agua) en la mesa para dos del restaurante, se me queda mirando, entablamos conversaciones varias y hablamos de viejos conocidos. Me dice que solo las personas con buen fondo piensan como yo, aquellas que no son calculadoras, ni malpensadas, y mucho menos retorcidas; aquellas que siguen con la cabezonería y testarudez de reunirse con las personas que han sido importantes en tu vida pero que por X razón y con el paso de los años te han dado la espalda alguna que otra vez.
Nos damos cuenta que los dos nos hemos encontrado en esa misma situación, ambos hemos querido hablar, ver u oír a personas que marcaron una época en tu vida.
Entonces es cuando nos preguntamos que para qué; ¿realmente es necesario? la verdad es que no hace falta ninguna finalidad ni propósito, nos miramos y él entiende el porqué. Simplemente porque sí, porque hay etapas que necesitan ser cerradas, necesitan el punto y final, o simplemente necesitan el punto. Pero nos cuesta, porque aunque uno es más visceral que el otro, hay cosas que no se pueden evitar.

Nos damos cuenta que hemos crecido, que nos hemos hecho mayores y que ya no somos aquellos niños que salen en la foto del álbum del facebook "pekes" o "temps era temps..." que un día alguien publicó.
Es curioso como han transcurrido nuestras vidas; hemos viajado, hemos vivido nuevas experiencias, hemos conocido muchas personas y quizá (y digo quizá porque a veces podemos dudarlo), hemos crecido como personas madurando y tomando un carácter algo más adulto.
Pero nos juntamos, hablamos y vemos que todos los formalismos que quizá hemos obtenido en nuestros quehaceres diarios, entre nosotros desaparecen; la conversación toma un ritmo y coge un registro divertido, confidencial, íntimo, y ambos comprendemos todo lo que compartimos.
Nos reímos como si fuéramos dos amigos en el patio de colegio, jugamos, nos halagamos y luego decimos que esto hay que repetirlo y que tenemos que reunirnos más frecuentemente.

Cuando Marc se va, me quedo mirándolo de espaldas cómo se aleja con su traje de corbata y pantalón, con su bolso y su abrigo entallado y elegante; se quita los guantes y entra al ascensor del parking. Me doy cuenta de lo que hemos cambiado y eso me encanta porque aunque uno quiera solucionar conflictos internacionales con los japoneses y la otra quiera recuperar la sonrisa de muchas personas, siempre nos quedarán aquellos ratos en que nos vemos y en los que demostramos que en el fondo, las personas no cambiamos tanto.

jueves, 28 de enero de 2010

¡Caramba!

Es curioso como puede llegar a ser tan complicado llamar a un timbre, coño!

miércoles, 27 de enero de 2010

Amenazas de fesibú.

Dice mi padre que como cuando llegue esta tarde de trabajar, mi hermano no se haya duchado, que lo va a poner en el feisbú para que todo el mundo se entere.

martes, 26 de enero de 2010

Diálogos de silla y sillón.

Y vamos a hablar de las cosas realmente serias:

- ¿Porque usted, cuantas veces se lava los dientes al día?
Hombre, pues yo...,(silencio tensional), pa' que te voy a mentir, pues una vez y eso, cuando lo hago, que a veces, ninguna.
- Bueno, ¿y que piensa hacer al respecto a partir de ahora?
Hombre, pues yo..., ej'que pa que te voy a mentir señorita, pues yo quiero lavármelos pero nunca tengo tiempo.
- ¿Pero no me ha dicho usted que está en paro ahora mismo?
(Ha notado que le he pillado la escusa)... Ya, pero ej'que yo tengo muchas cosas que hacer, sabes?
- Bueno, nadie ha dicho que usted tenga que dejarlas de hacer, pero sabe que...
No, no, si yo se que me he dejao' mucho la boca en estos últimos años y no tendría que habérmela dejado tanto porque ves, con la vista, yo me operé y luego pos uno se lava las manos porque ya no tiene que preocuparse y no ahora, que mira como estoy con... ¿Cuantas caries me has dicho que tengo?
- Honorio, le he dicho que con esas dos últimas son un total de 9 caries.
Coño!, nueve... joder.., pero esto me va costar una pasta, no? Porque aquí, cuanto os pagan?
- Honorio, aquí no nos pagan nada, somos estudiantes.
Ahh.., pero...., y... tú cuanto hace que estás aquí estudiando.
- Cuatro años.
Ah bueno, entonces me puedo fiar de ti.

domingo, 24 de enero de 2010

Quién sabe si algun dia....

Teniendo en cuenta que el otro día descubrí que un amigo lee de vez en cuando mi blog (no por méritos propios si no porque me lo dijo como respuesta a una cita fallida de viernes por la tarde/noche), creo que voy a tener que proponerme hacer algo que hace mucho tiempo que pienso pero que nunca me he atrevido a hacer. Igual y esto va a ser la gota que colma el vaso.
Y digo que voy a empezar a proponérmelo porque si alguien que viaja, estudia y tiene amores por tierras japonesas dice que le gustan estas líneas que escribo, es señal de que lo lee y si lo lee, habrá que darle algo más que simples líneas, no? Un poco más de divertimento, algo más visual y menos cansino de leer en tardes de domingo sin nada que hacer. Además, siempre tenemos añadido el factor tiempo...; que sí, unas líneas están muy bien para saber como le están yendo estos últimos tiempos a una persona que conoces desde los tres años, pero hay veces que una imagen visual vale más que 10 líneas de aventuras/aventuritas diarias.

Tengo que reconocer que es algo que admiro, y lo admiro de verdad porque hay que tener huevos para hacerlo, no es tan simple y fácil como a primera vista pueda parecer (os lo digo porque mis cientos de tomas falsas que en alguna ocasión he tenido que hacer, el no poder mirar directamnete a un objetivo durante más de 3 segundos, el no poder estar hablándole a un objeto inanimado por el hecho de que te sientes inútil, en fin.., todas esas cosas que hacen que hablarle a una cámara de vídeo, sea algo incómodo).

La cosa es que sí, igual y un día de estos me lanzo a ese mundillo de los vídeosblogs y aunque durante mucho tiempo pensé que no lo haría por aquello de la actitud narcisista, de vez en cuando no iría mal subir el ego de uno mismo. Además, más bien creo que es como una especie de proyectillo y que, como recompensa te da buenos resultados; conocerse uno mismo y verse como te ven los demás desde el otro lado, no va mal del todo.

Quien sabe. A ver que tal se me da. Siempre me gustaron estas cosas de las nuevas tecnologías.

martes, 19 de enero de 2010

Gracioso.

Es muy cómico cuando oyes que tu madre está hablando con tu tía por teléfono y solo encuentran contras para decir que la Clara, un día después de que le hayan dicho que puede esquiar después de 10 años, no esquíe.

Y entonces ha sido cuando he oído gritar a mi madre desde la otra punta de la casa:

"¿Tú te crees Mailo que yo, con 23 años que tiene la niña, le voy a poder decir lo que puede hacer y lo que no?"


...que si no me voy a poder poner las botas, que no voy a encontrar las adecuadas para mi, que si yo me caigo es 3 veces peor que cualquier otra persona, que hay muchos locos por las pistas de sky, que me va a ser difícil llegar a las pistas, que el tren hasta Ripoll no va muy fino, que si son 2 horas..... pamplinas!

Ya se sabe lo cabezona que soy, y todo esto, tengo que verlo yo con mis propios ojos (o con moratones en el culo).

domingo, 17 de enero de 2010

sábado, 9 de enero de 2010

Casi cuatro.

¿Tú sabes cuando tienes un amigo que es muy amigo, muy amigo, muy amigo... tan amigo que estás segura que haría cualquier cosa por ti? Bueno, pues ese amigo existe. Y es curioso como y cuando te das cuenta porque pueden pasar muchas cosas a lo largo del tiempo y sin percatarte han pasado casi 4 años. ¿Cuatro ya? Pues sí. Casi.

Los años pasan, nuevos trabajos, nuevos años de carrera, nuevas experiencias, nuevos amores, nueva vida al fin y al cabo, pero por suerte parece que algunas amistades persisten; y siguen ahí aunque la duración de una llamada sea más corta que antes, aunque la frecuencia de mensajes vía teléfono móvil sea menor que años atrás, aunque los caminos de cada uno hayan tomado direcciones un pelín distintas....pero...., se sabe, siempre se sabe; esos caminos se cruzan una, dos o tres veces al mes, siempre dependiendo de las fechas en que uno se encuentre y del tiempo del que se disponga.

Hay amigos que te han hecho llorar un millón de veces, pero que si multiplicas ese millón de veces que te han hecho llorar por 3, obtendrás un resultado, el resultado de las veces que te han hecho sonreír.
Y los quieres, es inevitable; los quieres un montón, los estimas y aprecias y ese sentimiento hace que te sientas un poquito más llena por dentro porque te das cuenta que, exactamente todo lo que tu harías por ellos, ellos también lo harían por ti.

Las reflexiones en noches tan extremadamente frías nunca fueron buenas pero en una noche helada del 8 de enero del 2010, alguien me dejó sin palabras con solo un cartoncito amarillo con unas letras en negro.
Que hicieran eso por mi, que se acordaran de aquello para mi y que me dieran la oportunidad de vivir ese espectacular momento y más con ellos, hace que sin duda, me quite el sombrero.

Y encima si te das cuenta de que los reyes italianos se han acordado de ti solo conociéndote de apenas algunos meses (porque sí, son solo unos meses, 7 u 8... o ni eso), pues ya hace de toda la velada, una noche redonda.

Porque hay amigos, que con mucho o con poco son especiales y ellos, tanto uno como el otro, lo son.

viernes, 8 de enero de 2010

Este año va en serio.

Tengo que hacer dieta. O dieta o ir cada día al gimnasio porque esto no puede ser. Quiero perder al menos 6 quilos y que el wiifit me deje de decir que soy ideal-sobrepeso.

martes, 5 de enero de 2010

Ésta es una minicartadereyes.

Queridos reyes magos,

Como cada año creo que hoy me toca escribir la carta de reyes que, para variar, ya va muy, muy tarde. Pero en fin, este año no voy a molestaros demasiado así que tampoco incumbe mucho el momento en que escriba la carta porque no voy a pedir absolutamente nada.

Y no lo voy a hacer porque este 2009 me ha dado muchísimas cosas, muchísimas de las que pedí en la pasada carta y muchas otras que ni siquiera las mencioné. Me dio mucha salud, mucha amistad y mucho amor de todos los que quiero.
Me trajisteis momentos de felicidad y algo de tristeza pero que al fin y al cabo, todos tienen una recompensilla y si bien no, aunque no tuve un verano como se debe, mi final de septiembre fue espectacular con mi vuelta a París y mis paseos por Roma. Además, mi principio de noviembre muchos ya pueden envidiarlo!

Mirad, creo que tan solo os voy a pedir una cosa, se que antes dije que no lo haría, pero no es para mi; este año solo pido una beca, pero no una normal y corriente, nono, una señora beca, una que permita abrir puertas, que de un futuro próspero, con la que se consiga una vida que siempre se ha querido y nunca se ha podido tener, en fin, una beca para venir a terminar los estudios aquí, a España, a Barcelona... que ya va siendo hora que el señorito esté a mi lado, hombre! ;)
Eso, un poquito de consideración para el wey.
Así que ya sabéis, antes de finales de febrero, quiero a alguien ocupando mi lado izquierdo de la cama de Molins, por favor.

Y ahora, solo quiero daros las gracias por permitir que este 2009 haya dado salud a todos los míos, que mi hermano haya empezado con buen pie la universidad (esperemos que así siga), que la crisis no haya conseguido cerrar la empresa familiar, que aunque hayan mil peleas en casa, hayan habido mil y una reconciliaciones incluso aquella que os pedí el año pasado, y que parecía imposible, hasta esa, me la habéis dado (no sin algún desperfecto).
Gracias de verdad.

Y...nada más sus majestades; que les vaya bien, que tengan buena noche y todas esas típicas cosas.


Muchos besos.
Clara


lunes, 4 de enero de 2010

Mi pueblo evoluciona.

Acabo de descubrir que Sant Andreu está pogresando y eso me gusta. Hace un rato he cruzado la calle y el semáforo sonaba y he pensado para mi misma "mi pueblo progresa". Así que, este 2010 ha dado a Sant Andreu una nueva forma de trasladarse con el BiciSAB y parece que desde ahora, este pequeño/gran pueblo será un poquito más fácil para los ciegos.
Un hurra por el 2010!