Bifurcándome.

Porque escribir por escribir es fácil aunque últimamente no sea una de mis prioridades ya que mi libreta le gana a cualquier teclado de ordenador; y es que no es difícil que eso pase; parece como si me hubiera aburrido del Internet y de todo en general que tenga que ver un poquito con un ratón y un monitor.
Y es que ahora es cuando empiezo a utilizarlo como lo que se supone que es, un medio de comunicación, no un sitio donde escribir diarios personales i/o vivencias íntimas además de pensamientos para que cada quién los lea.
Sí, sí, y no es que yo no lo haya hecho, porque la realidad es que sí, pero bah, ya no me hace falta. Supongo que, como todo en la vida, las distintas cosas te sirven de terapia en momentos concretos en que los necesitas pero cuando un problema ya se ha solucionado, la terapia ha llegado a su fin.

Pero en fin, dejémonos de tonterías que aunque no tenga inspiración (no hace falta para escribir algo) intentaré escribir algo solo para hacer perder el tiempo a aquél quién lo lea.
Las cosas tal vez sean complicadas, sean difíciles, y muy enredadas pero ya dicen que el camino difícil siempre es el mejor o al menos eso se ha dicho siempre y si meterse en el laberinto de la vida es nuestra única posibilidad de, aunque sea solo por un tiempo, ser feliz, hagámoslo.

Yo lo hago y me pierdo, pero no importa, ya me encontré entre medio de tantos y tantos caminitos.

Y es que muchas veces todos necesitamos jardines de senderos que se bifurcan porque tal vez, en alguna de esas bifurcaciones, puedas encontrarte a alguien interesante que le de sentido a tu vida sin más.

Sí, sí, ya ves, cosas de la vida que pasan.