martes, 5 de febrero de 2008

La memoria, mata.

Ahora entiendo porque tanto mi tía como mi madre se quejan y me chillan a los cuatro vientos que qué coñole hago con mi abuela.
No me extraña que mi abuela se queje tanto de todo.
No me extraña nada.
Nada de nada.
La memoria la va a matar.
Vamos a ver, si hay 5 camisetas encima de la cama, bien dobladas, una encima de la otra y ninguna de ellas está dentro de la lavadora, eso que quiere decir?
Que están limpias, no?
Vamos, que yo sepa siempre ha sido así.
Pues no.
Para mi abuela, no. Para mi abuela tanto las camisetas de dentro de la lavadora como las que hay encima de la cama bien puestas, están sucias y por lo tanto tiene que poner mil lavadoras, pq claro, son distintos colores y puede desteñir.
Y qué pasa?
Pues que cuando llego a las 3:30 de la tarde, con un hambre de caballo y con un sueño aterrador por haberme levantado a las 6:30 de la mañana, me dice que porque soy tan desordenada.
Coñole!, en algún sitio tendré que dejar mi ropa si dentro del armario no me cabe, no?
Con razón se me queja de que ha puesto 4 lavadoras. Si lava todos los dias la ropa que ya ha lavado hace 2 dias y que está limpia, es normal que ponga mil lavadoras y que luego se sienta resentida de sus dolores.

Y si me siento 10 minutos antes de volverme a ir al gimnasio a ver un momentico la tele antes de fregar los 4 platos que he ensuciado comiendo porque no quiero que ella los friegue; acaso eso quiere decir que no los quiero fregar?
No.
Eso quiere decir que me voy a sentar unos minutos a que mi espalda resentida por las agujetas de la sesión de gimnasio de ayer descanse, y no porque vaya a dejar los platos ahí, en la pica de la cocina sin fregarlos.
Y si mi abuela, con sus casi 80 años, ha metido las sabanas de mi cama en la lavadora, yo la voy a hacer! Porque he llegado, me lo ha dicho y mis palabras han sido. Después de comer hago la cama, Mina.
Pero no, al parecer yo no he dicho eso.
La memoria vuelve a traicionar.
Y que pasa?
Que la Clara nunca dice las cosas que dice.

Y como esto, mil cosas.
Y, para variar, nada de lo que yo digo es cierto.
NUNCA.
Aunque mi memoria esté al 100%
(Bueno, al 95%)


En fin.
Por hoy, mis vivencias con mi abuela querida, ya están completas.

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