sábado, 10 de octubre de 2009

No hay que generalizar.

Eran las 9 de la mañana, hora de desayunar. Estábamos en la uni y lo único que hacemos antes de empezar las prácticas, es sentarnos en la cafetería a tomarnos un cruasancito y el cafelito de la mañana. Era viernes y el tema del que le tocaba hablar a mi amiga era de como hay hombres a los que parece que regalándole una muñeca pivón hinchable, serían los hombres más felices del mundo. Y es que mi amiga entiende. Tiene experiencia y yo eso siempre lo he dicho. Ya roza casi casi los 30 y sus 4 años de casada le han dado todo lo que una mujer necesita para saber qué hace y como se comporta un hombre en plenas facultades. Parece que a la única conclusión a la que llegamos, nosotras las sinexperiencia y ella, es que el pimpampimpam que un hombre quiere, hay revivirlo con disfraces de enfermera, secretaria o la mujer del látigo.
Aunque ella considere que si, no hay que generalizar. Nunca hay que generalizar. Nunca. Eso hasta las sinexperiencia lo saben.
Eso es un desayuno productivo.

1 comentario:

alea dijo...

Donde se puede ir para desayunar una conversacion asi? Yo me apuntaria...