jueves, 19 de agosto de 2010

Reflexiones.

Entre la referencia y la interferencia hay solo un paso. Un reloj, una sonrisa, una mirada, un gesto, la calidez y luego, todo lo demás...silencio. Las personas que de tan sencillas que somos, parecemos hasta complicadas. Todo se enfría y todo se calienta. Todo es nada y de nada, un mundo. Así somos algunos y así seremos. No hay vuelta atrás y nada puede cambiar. Tenlo claro. Tenlo por seguro.

1 comentario:

alea dijo...

No lo había leído! Esto de las carencias me deja fuera de mis recorridos habituales... solo puedo añadir... brillante. Curioso. Unico.