
Porque ser realista no significa privarse de las alegrías y entusiasmos que te da la vida.
No significa no expresar tus sueños y anhelos.
No significa dejar de ser idealista cuando estás gritando en silencio que lo que te esta sucediendo es genial.
Muchas veces le digo a Marta que ser tan poco emocional en momentos como estos, te priva de vivir y sentir sensaciones extraordinarias. Que gritar, alegrarse, emocionarse es lo que hace que disfrutes de cada situación por la que pasas.
¿Y es que sabéis qué? Incluso sentir miedo es bueno. Te proporciona una adrenalina que en ocasiones, es increíblemente placentera.
Y que el hielo se derrita.
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