martes, 29 de enero de 2013

Las piedras amistosas.

Momentos de ausencias, de evitar, de no pensar, de no sentir. De pasar un poco de todo y de nada, de aceptar silencios, de intentar deshacerse de situaciones que hace mucho tiempo pasaron a ser indispensables en tu día a día y acostumbrarse a lo que está por venir. Adelantarse. Y es que es así. 
Despertar. Encontrar dos letras que te hacen vislumbrar un cachito de complicidad. Por pequeño que sea. Dormirse. Despedirse con una sencilla pero característica palabra cada noche. Costumbres tan arraigadas que te parece imposible abandonar. Y de repente, debes aceptar que hay cosas que todos podemos echar de menos. Aceptarlo. Porque aceptarlo no es malo. No es negativo ni lesivo. Ni mucho menos perjudicial. Y es que sentir es lo que nos hace ser como somos, nos hace sentirnos vivos. 

Una vez Marta me dijo que hay cosas que si no se piensan, no se expresan, no se sienten y por tanto, no se sufren. Bonita forma de protección. Sí. Pero... ¿Qué tiene de malo expresarle a alguien que vas a extrañarlo? Nada. Aunque a decir verdad, puede que yo llegara a extrañar incluso algo tan insignificante como una piedra. Sí. Así soy. Y más con las amistades. Y es que hay personas que son como las piedras. De mirada fría, de aspecto controlador, de apariencia aburrida y a las que difícilmente vas a arrancarles una sonrisa. Que en los momentos menos esperados, pueden ser de lo más bordes e impertinentes del mundo. Molestos. Groseros. Odiosos, sin duda. Primer premio en el podium ganando el puesto para mandarlos a la mierda más lejana. Precisos momentos en los que se te despierta unas irrefrenables ganas de soltar un bofetón a doquier, pero uno de esos que suenan. Con fuerza. 


Y sin querer o queriendo, volvemos, porque incluso este tipo de piedras, sin razón alguna, se han convertido en algo esencial en tu vida. Aquí y ahora. Amistades con las que chocas, colisionas cada día. Tropiezas. Y es que todos podemos tropezar con piedras. En algún momento de la vida, todos lo hacemos. Y por cierto, varias veces. Pero es que sabéis qué? Lo peor de todo no es que tropieces con una piedra, lo peor..., es que le cojas cariño.


:)
Bye.
Nah.
¡Hasta  luego!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hi to all, the contents present at this website are in fact amazing for people knowledge,
well, keep up the nice work fellows.

Check out my page airplane simulation games