- ¿Y yo, qué producto del huerto sería?
- Yo creo que tú serías.... Un racimo de uva. Uva de la vieja parra. Que hay que cuidarla con esmero, dejarle sitio, ofrecerle sol, agua en su justa medida. Y esperar. Porque solo ella dice cuando es el momento de recogerla. Y después, desgranarla, uva a uva, disfrutando de sus diferentes matices; mas grande, mas pequeña, mas impregnada por el sol, mas ácida. Te acompaña en los días de octubre, cuando el alma necesita mas consuelo endulzando tus comidas. Y si trabajas bien la vid, puedes cosechar vino, que para el que le gusta, e incluso en la mitología, es bebida de dioses.
¿Y tú, qué serías?
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