miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sorpresa revolucionaria.

Y mira que yo me pensaba que mi profesor de prácticas de cirugía no se enteraba de nada.... y mira por dónde, hoy, casi le ha faltado hacer un meeting. Que le das la mano, le tiras un poquito de la lengua y lo suelta todo. Menudo líder revolucionario de masas, señores. Si es que ya lo decían hace más de una década..., que los odontólogos, al final, no nos comeríamos un colín.
Me proclamo, odontóloga rebelde sin causa. O con causa. Ya ni se.

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