Memories remain.

Noche de lluvia y serenidad, noche de suspiros e inquietudes, pensamientos y más pensamientos que corren por la cabeza , mi mente y mi comprensión; cosas sin sentido que se que no lo tienen pero que hacer daño no va conmigo y es por eso que no puedo hablar. Creo que al final estallaré, pero hasta entonces permaneceré aquí sentada, tranquila y siguiendo con lo mío.

Manos finas, piel canela oscura y silencios que estremecen a cualquiera, afonías de corazón que lo dicen todo y susurros que llevan al cielo. Largas noches de habladurías incesantes mientras la luna seguía ahí, quieta detrás de las cortinas que se movían al son del aire helado. La luz del astro sellado del roedor de largas orejas traspasaba el cristal de la ventana y se reflejaba en el espejo de al lado de la puerta que parecía que la alcoba se iluminara por instantes y pareciera todo como un hechizo vespertino que deseaba que no terminara.

Suspiros, ansias y más ansias cada vez más rápidas. De repente, un grito y todo silencio. Respiración profunda que no cesaba. Había alcanzado alturas infinitas hasta quedarse sin respiración y ahora la había recuperado. No lograba encontrar una palabra para explicar aquel instante, era como un sueño en autobús durmiendo entre sábanas.

La situación, el ambiente, el lugar y la compañía es lo único que importaba. A veces no vale con quedarte con lo superficial, a veces tenemos que mirar más allá de cualquier barrera que se pasa o de hechos que no pueden deshacerse, porque es lo único que nos queda.