lunes, 7 de marzo de 2011

Redescubriendo Barcelona

Puf. Suspirito. Suspiro. Suspiraco. Cansancio mil.
Y es que hoy, lunes, 7 de marzo, por aquí algunos teníamos fiesta. Vaya, tonterías de esas para intentar compensar puentes varios que caen en fines de semana, o semanas blancas que se sacan de la manga o ganas de no trabajar, que de eso, suele haber bastante.

En fin, que después de intentar convencer a un foursquareador para que se viniera a foursquarear conmigo esta mañana y en vistas de las pocas ganas y de sus múltiples tareas pendientes, decidí salir de casa y aprovechar el estupendo día que hacía.
Tren, metro y directa a la playa de la Barceloneta, que al salir del metro, con su torre mapfre y el altíssimo Hotel Arts, ya me olía a mar. Libro, cometas, olas, brisa, azul y sol...., palabras que resumen mi ratito en la playa. Estupendo estupendíssimo. Pero lo más increíble de todo es ver a esos personajes que ya en el mes de marzo, se les ve negros. Al final, en vez de tanta ley antitabaco -que también- , habrá que sacar la ley de notomarelsolantesdelperiodoconvenido. Éstos guiris se nos van a achicharrar con tanto cáncer.

Luego, autobús 59. Pg.marítim-MªCristina. Esta vez, prefiero ir por arriba y no por el subsuelo de la ciudad. Me bajo en la Ramblas, a la altura de la Plaça Reial, entro, y me entrecruzo en sus múltiples arcos. Después, camino por las calles desconocidamente ya conocidas para mi del raval y me dispongo a disfrutar de mi suculenta comida en medio de la Plaça dels Àngels, frente al Macba. De ahí camina que caminarás hasta Universidad y de ahí a Plaça Catalunya. Luego, directa hacia Portal del Àngel, hoy con todas sus tiendas cerradas.
Al final, la Plaça de la Catedral. Sigues recto y te adentras en el gòtic, giras una callejuela y te encuentras con mi oasis particular de Barcelona. Plaça Sant Felip Neri. Me siento, callo, escucho y casi puedo ver el sonido de la brisa. Me apoyo en sus paredes frías, llenas de cicatrices y vuelvo a abrir mi libro. Sigo leyendo un rato más. Luego, decido volver a perderme por el gòtic y me topo con la jabonería que siempre me llama la atención, incluso desde el escaparate.

Y sigo, y sigo y sigo. El sonido de la mujer que canta a los alrrededores de las traseras de la catedral me acompaña hasta la Plaça Sant Jaume llena de muchedumbre con ansias de disfrute de tarde soleada de lunes.
Dirigiéndome hacia Vía Laietana, abandono el gótic para introducirme en el Born y toparme con la Basílica de Santa María del Mar, entro. Salgo por detrás del altar. Passeig del Born y acabo en el Parc de la Ciutadella. Es ahí cuando un pato casi me muerde un dedo.

Y cuando ya crees haber terminado tu ruta de hoy, va y te encuentras con el Arco del triunfo que con su presencia, te dice, por hoy Clara, aquí acaba la aventura.

Fin de ruta.

1 comentario:

Jinete Nocturno dijo...

Una muy buena ruta para un día no tan bueno, pero casi (o eso me dijeron, porque yo no lo vi).
Quizás sigo tu ruta en otra ocasión.