miércoles, 24 de agosto de 2011

Rodeada de pingüinos.


Pensar en verde, caminar sin destino y revivir lo vivido. Aire de verano con brisa húmeda, empalagosa y muy calurosa. Así están siendo las tardes de agosto. Y recorrer Barcelona en busca de una refrescante horchata que te devuelva las ganas de pensar. Y refugiarte en cualquier rincón con aire acondicionado; sea tienda, papelería, restaurante o biblioteca.

Este mes de agosto me voy a llevar el cupo de bibliotecas. De hecho en 4sq ya me han dado puntos extra por visitar más de tres días seguidos sitios como este. Incluso me han acusado de haberme enamorado del bibliotecario. Lo gracioso es que normalmente, las bibliotecas a las que voy, hay bibliotecaria, nunca bibliotecario. Eso sí, hay algo que me llama mucho la atención. Los pingüinos. En la mayoría de bibliotecas hay pingüinos correteando por todos los rincones, entre estanterías y leyendo libros en los sofás de descanso. Pingüinos que hacen cola para entrar ya desde antes de que abran. Pingüinos que me obligan a ponerme pantalón largo y chaquetilla en pleno mes de agosto si no quiero entrar en estado de hipotermia. Y claro, cuando sales a la calle, después de varias horas de estudio rodeada de pingüinos, te desnudas, te deshaces de todo lo que puedes quitarte de encima porque crees que vas a derretirte en cuestión de segundos.

Sí, de eso venía yo a quejarme hoy, de los pingüinos en las bibliotecas y del agosto caluroso en Barcelona. 

1 comentario:

alea dijo...

Te desnudas al salir a la calle???? Donde hay bibliotecas así???