viernes, 2 de marzo de 2012

#momentosenvidiables.

Me encanta esta ciudad. Tiene un no se qué especial.
Sentada en una terracita del café del parque frente al emblemático museo del Guggenheim, me dispongo a pasar la mañana del día de hoy. Una palmera y una coca cola, con su hielo y su rajita de medio limón me acompañan; todo bajo un sol que encaudilaría a cualquiera. Este es uno de esos momentos que yo pondría en mi lista de #momentosenvidiables. Sin ninguna duda.

Mi amiga Elena siempre dice que estos momentos son muy propios de mi; esos momentitos que al parecer no tienen nada de especial pero que se convierten en toda una maravilla; en caviar del bueno para los que saben degustarlo. Suena de fondo la grave voz de Sinatra, con su Fly me to the moon y me da una BSO magnífica para este instante.
No me gusta estar sola, nunca me ha gustado. Supongo que la soledad me agobia pero con el tiempo, he ido aprendiendo a disfrutar de ella y de estos momentos en solitario, sólo para mi. Y me fascinan. Sin plan, sin objetivo ni finalidad, sin reloj en la muñeca y sin necesidad de medir el tiempo a cada segundo. Disfrute máximo conmigo misma, un desayuno, el sol y un paseo entre callejones escondidos o terrazas con paisajes de lo más agradables. Y algún que otro aparatejo para fotografiar el instante. Dicen que momentos como este no es necesario retratarlos para recordarlos pero a mi me encanta hacerlo; creo que en una imagen se guarda las esencias y las sensaciones vividas en el momento y sitio donde hiciste la foto.

Así que os voy a dejar un poquito de mi, de la esencia de este momento que estoy viviendo mientras leo un buen libro y escribo estas líneas desde la bonita ciudad del norte llamada Bilbao.

No hay comentarios: