viernes, 24 de febrero de 2012

Leyendo a Zafón.

"Se incorporó en la penumbra y, sin mediar palabra, se alzó el camisón y lo dejó caer a un lado de la cama. Se dejó contemplar unos segundos y luego, lentamente, se inclinó sobre mí y me lamió los labios sin prisa."

El Prisionero del Cielo

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