miércoles, 6 de junio de 2012

La tierra, que tira.

De eso que ves a mi madre hablando por teléfono un día cualquiera con alguien que ni te suena el nombre, ni has visto nunca y ni siquiera has oído hablar. Te la presentan como la "amiguísima". Hablar de ese concepto con mi madre, nunca se sabe, mas que nada porque con esto de las nuevas tecnologías, todo el mundo parece ser amiguísimo. Y más cuando mi madre galardona una especie de comunidad de extremeños y relacionados vía Facebook. Miedo me da. 
Te hablan de la Juani, de la Maripuri, de la Pepi o del Wencesnosequé. Vamos, que parece que te esté hablando de conocidos de toda la vida. Y con un ímpetu descomunal. Y tan solo son personas con algo en común que forman parte de un grupo de Facebook con misma denominación. Todos ellos, extremeños. 

Ese acento con deje característico, esa espontaneidad y el despilfarro de conversaciones variadas, hace que parezcan incluso de la familia. 
Y ya me ves a mi, que sin quererlo ni beberlo, me encuentro acompañando a mi madre, esperando a alguien en sants que no conozco. Cocacolas, fantas, nestea y bacon con queso. Toma ya. Vamos, que solo nos faltaba el cochinillo y el vino de pitarra.

Mira que yo soy abierta y puedo llegar a relacionarme con cualquiera..., pero es que mi madre..., la Carmeli siempre ha sido de extremos. No, si ya lo dicen; a alguien tendré que parecerme, no?
Aquí, o es que yo soy muy rara, o es que los extremeños tienen algo que por Facebook se desinhibe completamente. Los desconocidos dejan de ser desconocidos y pasan de ser conocidos de feisbú a amiguísimos de toda la vida. 

Vamos, que la tierra, se ve que a todos nos tira. Pero a ellos, más.


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