miércoles, 4 de abril de 2012

Remotas posibilidades.

¿Tú sabes de esas cosas que de tan improbables que son, te suenan hasta imposibles? ¿Esas que te desconciertan, que te dejan con la boca abierta, sin saber qué decir? ¿Todas esas que te sorprenden tan descomunalmente que te limitas a no acabarlas de asimilar por si las moscas? ¿Por si las moscas vas a comerte el caramelo y desaparece? Pues eso. Y si no desaparece, vienen los extraterrestres y nos invaden.

Marta siempre dice que no hay que ser negativa y yo nunca lo soy. Yo soy limitante. He ido aprendiendo con el tiempo. Me limito con las cosas (solo algunas); intento no exaltarme demasiado cuando algo me apetece y se sale tanto de mis casillas porque siempre, siempre, siempre, algo falla. 
Siempre, menos cuando hay una remota posibilidad. 

Y perderme entre callejuelas, colegueando de la forma más sencilla pero diferente, riendo y charlando, se me hace muy divertido. Divertido y curioso. Y a mi, ya sabéis, lo curioso, me fascina. 



Esto es una de esas cosas que pondría en mi lista de #cosasquemehacensonreir. 
Las remotas posibilidades. 

No hay comentarios: